martes, 10 de agosto de 2010

LONDON RIVER

Hay acontecimientos que marcan tanto a una sociedad, que cada uno de nosotros recordaremos siempre qué estábamos haciendo en ese preciso momento, algunos trágicos (11M para los españoles, 11S a nivel mundial...) y  otros felices (La Roja gana el mundial ;-)

Y para los británicos el 7J siempre quedará en sus retinas, por eso las películas que suelen retratar estos sucesos no me dan buena espina, siento un pudor inevitable al pensar en las personas reales que todavía están superando el duelo o la supervivencia, pero las críticas que avisaban que "London River" no caía en el morbo o el sentimentalismo fueron las que me acercaron a la taquilla, y definitivamente acerté.

Es la búsqueda desesperada de una madre y un padre, presumiblemente la antítesis uno de otro, de sus respectivos hijos desaparecidos en el atentado de Londres del 7 de Julio de 2005.  La señora Sommers, religiosa mujer de la campiña inglesa que busca a su hija, y Ousmane, musulmán que se desplaza de Francia a Londres a la búsqueda de un hijo que no conoce y del que se separó en África cuando todavía era un niño. 

Y partiendo de ahí verás la unión ante la pérdida, lo que hay detrás del que busca, pero sobre todo un tratado sobre las barreras, los prejuicios, esos nervios del que está a la defensiva y no puede evitarlo racionalmente, la difícil situación de los musulmanes cuando eso ocurrió...los miedos...y todo de la mano de ellos dos.

Brenda Blethyn ("Expiación", "Orgullo y Prejuicio") es un alma rota con una interpretación indescriptible, maravillosa en un dolor contenido, con esa flema inglesa que lucha entre los miramientos y un sentimiento desbordado ante la situación que vive. 
Y le da la réplica un recientemente fallecido Sotigui Kouyate ("Little Senegal") ganador del premio al mejor actor en la última Berlinale y a quien es una pena descubrir cuando ya no podemos verle trabajar en nuevos proyectos. Kouyate desde el mismo instante en que aparece en pantalla acapara nuestra atención por su forma de mirar, de andar, o su pausado hablar, como el sabio que no necesita hacer nada para transmitir una paz increíble. 

Hay interpretaciones que dejan de serlo cuando el alma del personaje es superior a todo lo que le rodea, lo que hicieron estos dos sublimes actores aquí debería ser asignatura obligatoria en muchas escuelas de interpretación, sus silencios desgarradores son lo mejor de la película.

Este río londinense es de lo mejor que nos ofrecen las carteleras veraniegas,  ¿y te lo vas a perder?

Para saber más date una vuelta por su web.

 

Si no la has visto ¿A qué esperas? Si lo has hecho ¿Qué opinas tú?

Próximamente más, y si es posible...mejor

3 comentarios:

ethan dijo...

Pues es verdad que los acontecimientos son muy tristes y están demasiado cercanos como para recrearlos en una película. Pero si dices que merece la pena habrá que ir a verla.
Saludos!

Elena dijo...

Yo soy de las que rechaza de plano este tipo de películas precisamente por ese pudor y respeto obligado con quienes lo han sufrido, pero como esta película se aparta casi por completo del suceso y se centra en los prejuicios es por lo que me ganó, aunque incluso por encima de la película está el trabajo de su pareja protagonista, sin palabras.
Si al final la ves, estaré atenta a tu opinión.
Saludos veraniegos!!

Paula Lago dijo...

Un film inmenso. Acá se estrenó el pasado Jueves y justo hoy colgué la reseña. Como dices las interpretaciones son sublimes y justamente yo también pensaba en qué pena haber descubierto tardíamente a Kouyate que dicen hizo mucho por el teatro y el cine de su país. Creo que leí que fue uno de los primeros en fundar una escuela de actuación!.