domingo, 8 de mayo de 2011

MATRIMONIO A LA ITALIANA

El pasado jueves uno de los mitos del cine mundial, Sofía Loren, fue homenajeada en Hollywood por su amplia trayectoria, y la verdad es que pensar un momento en su filmografía es sinónimo de quedarte sin palabras. Son tantas las secuencias, las imágenes y los partenaires que la mamma italiana por excelencia dibujó con sus trabajos, que se ha convertido por méritos propios en la imagen de la fuerza visceral de la donna y la lucha por la supervivencia de la época. 

Sofía Loren, admirada por mujeres y hombres, ha traspasado la pantalla y se ha convertido en un símbolo, su belleza e inteligencia conquistaron el star system desde la pequeña Pozzuoli, una vida...de película.

Casualmente he leído estos días varios artículos que confrontaban dos cines que siendo distintos no están tan alejados como pudiera parecer, el cine italiano y el francés de la segunda mitad del siglo pasado. Por empatía, y con excepciones, siempre he sentido mucha más cercanía con el cine italiano de grandes como Fellini, de Sica, Rossellini, Visconti o Scola, que por ese cine más quieto (que no más profundo) de la vecina Francia. 

Y en este subjetivo, y probablemente aburrido debate, muchos se enfrascarían en la lucha con la película que cientos de personas dicen adorar aunque no han visto, ¡sí, has acertado!: "Los 400 golpes" de Truffaut (yo  que soy rarita, soy más de "Farenheit 451"), pero dejando de lado obras maestras que existen en ambos estilos, haciendo un balance de conjunto y siempre desde la parcialidad más absoluta, me quedo con ese neorrealismo italiano enmascarado de comedia, creo que la cercanía de nuestras costumbres con la sociedad italiana se convierte en un imán irresistible que supieron aprovechar sus directores.

Y fuera de teorías, de grupos y encasillamientos quedan parejas cinematográficas como la de esta película, Loren y Mastroianni; sus duelos sacan tu sonrisa mientras las verdades estallan como las bombas que caen en Nápoles. Si te dijera que una película cuenta, en parte, "la historia de una joven pelirroja  que ejerce la prostitución y a quien un galán adinerado aparta de esa vida", todos iríamos inmediatamente a Sunset Boulevard con J.Roberts y Richard Gere. Pero en realidad "Matrimonio a la italiana" parte de ahí pero no es lo que cuenta, esa es sólo la excusa para dibujar una sociedad, unos roles masculinos y femeninos muy marcados, un viaje vital, una lucha de egos, de dignidad, de egoísmo...de amor.

Con el Vesubio acechando, el placer de comer con el que juega siempre de Sica (el ansia por los pasteles me recordó a la maravillosa comida paterno filial de "El ladrón de bicicletas"), los hijos, los amantes, el costumbrismo, las despedidas y los reencuentros, la soledad y los pequeños momentos que hacen memorable una vida. Una vida que es mucho más que un matrimonio.

No necesita porqués, una de las comedias más dramáticas que ha dado el cine, una delicia.


"Siempre vuelves y vuelta a a empezar. No quiero estar siempre así. No quiero siempre estar"

"Tranquilos, no se muere, a quien no tiene corazón no puede darle un infarto" 

"¿Sabes cuándo se llora? Cuando se conoce lo que es vivir bien y no lo logras, y eso no lo conozco. Tampoco me has dado la satisfacción de poder llorar" 

"Esto no es una película, esto es un drama…tremendo" 

"Veinte años. El mundo ha cambiado y todo sigue igual, casas, palacios, rascacielos y en medio un drama tan viejo como el mundo" 

"Sí, estoy llorando, y no sabes lo hermoso que es"


Y tú, ¿qué opinas?

Próximamente más, y si es posible...mejor

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